El crowdfunding o una alternativa del financiamiento de proyectos


Crowdfunding

Crowdfunding

Aquellos que alguna vez han desarrollado algún proyecto, o suelen generalmente trabajar en eso, saben que buscar el financiamiento necesario puede ser una labor estresante y hasta desmotivadora. La institución o persona que puede habilitar los recursos económicos pone sus propias condiciones, y no todos los emprendedores o proyectos califican ante ellos como para ser sujetos de su financiamiento, y quien financia a veces puede incluso querer cambiar la orientación del proyecto, no estando muchos dispuestos a ceder o negociar al respecto. Si además de esto nos ponemos en el contexto de la crisis económica internacional, las posibilidades usuales de financiamiento se verán más limitadas aún.

Pero desde hace unos años existe una alternativa a la tradicional búsqueda de financiamiento para esa idea a desarrollar, la empresa a formar o  la  labor social a emprender. Se trata del Crowfunding o financiación en masa, como lo pone la Wikipedia, aunque personalmente me gusta más el término de financiación colectiva. ¿Y cómo es esto? veamos:

es la cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones. Crowdfunding puede ser usado para muchos propósitos, desde artistas buscando apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación del nacimiento de compañías o pequeños negocios.

Dos características hacen atractivo el crowdfunding para ambas partes. Por el lado de quien busca el financiamiento, el poder hacer publicidad de su proyecto en la propia plataforma y las redes sociales a las que tenga acceso. Y del lado de quien financia, la posibilidad de destinar pequeñas cantidades de dinero a diversos proyectos de su agrado. Por lo general se establece un plazo para lograr el financiamiento, otorgándose el mismo, si se consigue, al final del plazo. La plataforma suele quedarse con entre el 5 y 10% de lo recaudado.

Hay todo un historial de proyectos que han logrado desarrollarse en base a este tipo de financiamiento, desde giras de grupos de rock, hasta películas y prácticamente lo que a usted se le ocurra (moda o periodismo, por ejemplo). Para lograr esto han ido surgiendo numerosas plataformas en internet que ayudan a conectar al emprendedor necesitado de efectivo y los filántropos dispuestos a financiar las ideas que sean de su agrado. Las más conocidas de estas plataformas son: Kickstarter, IndieGoGo, ChipIn, Venture Bonsai, Crowdcube, RocketHub y muchas otras plataformas. También las hay con orientación hacia lo social dentro de las que se puede mencionar a Globalgiving, Pifworld, la muy conocida Kiva y Donorschoose.

Y ya que mencionamos lo social, a propósito de como «una tienda de comida de Harlem se abrió tras recaudar poco menos de 25.000$… cuando solicitaba 23.000,» y de cómo «a los contribuyentes no se les remunera con acciones, sino con libros de cocina dedicados, entradas para las fiestas de recogida de fondos y tarjetas de fidelización del propio restaurante,» David de Ugarte de La Sociedad de las Indias Electrónicas reflexiona:

¿Desde cuándo el capital se remunera con merchandising? La clave está en el fuerte sentido identitario de la propuesta (comida ecológica, forma cooperativa), su marcada dimensión social (los trabajadores son chicos jóvenes «en peligro de exclusión» y el negocio se localizará en Harlem) y sobre todo en la esencia misma del «crowdfunding»: al aportar pequeñas cantidades el donante siente que la rentabilidad de su aporte no es monetaria.

Porque si algo queda claro en EEUU a estas alturas de crisis es que para que algo exista tiene ser sostenible, y tener, por tanto, forma de negocio. Si quieres poder comer en Michigan cocina española, apoyarás un restaurante caravana que haga tapas y paellas, si quieres que se difundan los valores cooperativos apoyarás a una empresa de materiales pedagógicos que quiere desarrollar un «Monopoly» alternativo.

Crowdfunding

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Todo bien, pero, dado que ante la ya casi omnipresente crisis esta parte del mundo tendrá que dejar de depender de los tradicionales países financiadores ¿qué de plataformas de crowdfunding para el mundo hispanohablante?. Tranquilos, también las hay, y varias. Unas de las más recientes y conocidas es la española Lánzanos. En su FAQ indican: «Buscamos proyectos de todo tipo: artísticos, cinematográficos, musicales, literarios, de diseño, de danza, y otro tipo de proyectos o eventos que puedan ser imaginados.» Un artículo en el diario El País comentaba sobre ellos:

En Lanzanos.com el creador mantiene la propiedad sobre su obra. A cambio del dinero (desde un euro hasta un máximo 1750 euros) ofrecen experiencias únicas como recompensa a los internautas que hagan una aportación, a la que ellos denominan apoyos. «Aspiramos a ser la plataforma de crowdfunding para el público hispano con independencia de su lugar de residencia», explica Hervás, diplomado en empresariales. En lugar de vincular las aportaciones a una cuenta corriente, como Kickstarter, las donaciones económicas se realizan a través de PayPal.

Otra plataforma de crowdfunding en España es SeedQuick, producto de la asociación de Loogic y la mencionada Lánzanos. En el sitio wwwhatsnew nos explican un poco cómo trabaja esta plataforma:

Una de las características que más se destaca de SeedQuick es que cuando un emprendedor sube su nuevo proyecto, éste debe pasar por un proceso en el que deberá recibir opiniones de los usuarios para mejorar el producto. Una vez superada la “prueba”, el proyecto ya puede empezar a recibir apoyo de personas interesadas en ser inversores. Todos los usuarios, por participar en esta etapa (fase de crowdsourcing) con sus comentarios, obtienen puntos de reputación. Se celebrarán periódicamente concursos para premiar a los usuarios con mejor reputación.

Una tercera opción es Verkami. Al igual que en Lánzanos, el creador mantiene los derechos de su proyecto, y ofrece a los inversores «recompensas en forma de creaciones y productos exclusivos, experiencias únicas, ediciones limitadas, merchandising, acceso a descargas…».  En el citado artículo de El País también hablan de la idea del proyecto:

«Somos consumidores culturales y creemos que podemos sacar adelante ciertos proyectos que, de otra manera, nunca verían la luz». Joan Sala, biólogo de 52 años, ha impulsado junto a sus hijos Jonás y Adriá, Verkami. Solo aceptan proyectos creativos o solidarios y establecen un plazo de 40 días para conseguir la financiación. El pago se realiza con tarjeta de crédito a través de Catalunya Caixa, que cobra entre un 1,30 y un 1,45% por cada operación. Se quedan una comisión del 5%, si proyecto sale adelante.

Una nueva opción que será lanzada próximamente es Goteo, que anuncia que financiará proyectos «abiertos». Pero más interesantemente, por este lado del charco también están surgiendo iniciativas de crowdfunding. No hace mucho por ejemplo se lanzó Idea.me, una iniciativa argentina que manifiesta en su FAQ: «Nos focalizamos en proyectos creativos en América Latina. Estos proyectos deben tener un principio y un final definido. Nuestra plataforma no apunta a causas caritativas ni estrictamente solidarias, así como tampoco aquellos proyectos que apunten a cubrir gastos generales de una empresa.» El sitio FayerWayer cita a Sebastián Uchitel, el CEO de esta iniciativa:

“En Latinoamérica hay una fuente extraordinaria de talento creativo e innovador que se enfrenta con muchas restricciones a la hora de conseguir financiamiento. A través de nuestra plataforma, podemos ayudar a que esas ideas se conviertan en realidad”, dice Sebastián. “Es un cambio de paradigma en el consumo de entretenimiento, ya que la gente tiene la posibilidad de participar de un proyecto, iniciativa o idea desde el momento de su concepción, su desarrollo, y luego su ejecución”,

Tambien en Argentina está Proyéctanos, una iniciativa recientemente lanzada, orientada exclusivamente a proyectos de ese país. Los financiamentos se contabilizan en pesos argentinos y los pagos a través de Mercadopago.com. En el sitio web Norte Económico explican más la parte de compensaciones a los aportantes:

cada dueño del proyecto deberá fijar un sistema de recompensas o retribuciones para las personas que aporten en su proyecto. Estas recompensas no deben ser monetaria, sino intrínsecas al proyecto en sí. Por ejemplo, si mi proyecto es editar un libro de cuentos, una de las recompensas podría ser aparecer en los agradecimientos del libro, enviar una copia del libro autografiada, etc.

Otra iniciativa argentina de Crowfunding es Bananacash, pionera en estas lides, de la cual pueden mirar también su facebook. Y más al norte, en México, encontramos a la Fondeadora, la plataforma de «una Asociación Civil con la misión de ofrecer un espacio de vinculación entre los creadores de proyectos creativos y la sociedad de México a través de nuestra plataforma de Fondeo Colectivo para ayudar a crear valor en nuestro país.» En su bastante extenso FAQ, comentan sobre algo que se suele señalar como un contra a las plataformas de crowdfunding, el robo de ideas:

creemos que la mejor forma de proteger una idea, es realizándola. Por naturaleza, este sitio se trata de compartir ideas y trabajarlas en conjunto. Si no estás dispuesto a compartir información sobre tu proyecto porque temes que te roben la idea, es probable que Fondeadora no sea el portal adecuado para tu idea. Si tu proyecto puede ser protegido con Derechos de Autor o con una Patente, adelante. Nosotros no estamos en contra de que realices cualquier trámite para proteger tus ideas.

Crowdfunding - el futuro

Crowdfunding - el futuro

Es claro que la mayoría de estas opciones mencionadas, así como otras existentes, no permitirán financiar un proyecto de mediana envergadura, pero para proyectos individuales, o pequeños proyectos colaterales o complementarios de otros mayores puede ser una buena opción. Sin embargo, no todo es tan sencillo como presentar un proyecto y sentarse a esperar a que el dinero caiga por si solo. Si revisan las carteras de proyectos de las plataformas de crowdfunding mencionadas encontrarán que muchos de los presentados no logran reunir ni la mitad del monto sugerido, y en algunos casos, mirando la cantidad de días que les queda para reunirlo es obvio que no lo lograrán. Entonces ¿cómo hacer que un proyecto sea atractivo y exitoso? Jorge Toledo del blog La Cajita nos da unos tips:

– La existencia de un individuo o un equipo ilusionado y capacitado, que por curriculum, portafolio o por la forma de presentación de la propuesta en sí sea capaz de transmitir confianza en el éxito del proyecto.
– La pertinencia, la deseabilidad y la calidad de la propuesta en sí.
– El carácter abierto, la transparencia y cercanía en el trato con los receptores del mensaje a través de los emails, de los comentarios, las redes sociales, la web oficial, etc.  Mantener una información fluida y continuada sobre el avance del proyecto, estar abierto a sugerencias y a colaboraciones, aceptar críticas y agradecer la participación.
– La existencia de objetivos concretos, palpables: plazos, formatos, aplicaciones…
– La posibilidad de retorno de la inversión

Algo que se desprende de esta relativamente nueva forma de financiamiento y las prácticas que su ejecución conlleva es el cambio de paradigmas en lo que concierne a los conceptos mismos de los roles tanto del inversor como del emprendedor. Cristina Riera de #Bcult nos explica:

Se establece así un nuevo sistema de responsabilidades entre creador/impulsor – receptor/coproductor/coautor. Una relación en la que la transparencia y la responsabilidad son claves para el éxito del modelo y de las propuestas. Comunidad, sí, pero también transparencia y responsabilidad.

En algunos casos se modifica y abre el concepto de autoría, entendido como derecho moral sobre la obra, no sólo sobre el rendimiento económico que genere. Algunos proyectos incorporan un concepto de autoría distribuída, abriendo el proceso de creación a la intervención de la comunidad. En este caso, el crowdfunding va más allá de un mecanismo de microfinanciación económica para convertirse en una filosofía de recuperar el concepto de cultura compartida.

Y Cristina se permite ir un poco más allá y especula:

surge la duda sobre si sería posible que la administración pública asuma mecanismos similares que permitan a la ciudadanía acceder a la toma de decisiones sobre las ayudas públicas. De hecho se trata de una dinámica ya instaurada en algunos casos y que abre una vía a explorar un posible modelo de administración más abierta, participada y transparente.

Difícilmente se ha dicho la última palabra en este tema. Las tendencias de desarrollo a las que nos puede llevar la crisis económica, la presencia del software libre como un factor en la mayor difusión y uso de las plataformas de este tipo en los países pobres, así como su mayor concepción como redes sociales per se, además de innovaciones en las formas y métodos de financiamiento, y sobre todo, su ejemplo para ideas similares en otros campos del quehacer humano pueden darnos interesantes opciones de desarrollo en el corto y mediano plazo.

La primera imagen fue obtenida del sitio Small Business Trends, la segunda del sitio L1452, la tercera del blog Crowfund news.

4 comentarios en “El crowdfunding o una alternativa del financiamiento de proyectos

  1. Pingback: Información Cívica » Crowdfunding in Latin America

  2. Fernando Costa

    Hola tengo un proyecto muy rentable pero me falta financiamiento, usteds pueden ayudarmne a conseguirlo. Me encuentro en Lima perú.

    Responder
  3. Javier Desmaison

    Hola amigos
    Es interesante lo que nos informan acerca del Crowdfunding.
    Espero pronto conocer más por medio de su nueva página Rekaudo.com

    Saludos desde Lima Perú

    Javier

    Responder

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